Delirios de madrugada
Hoy me abraza la eternidad con alas de fria oscuridad, que entorpescen mi sueño y mi descanso anhelo por fin. Pero el reloj no avanza y por mas que miro la luna ella sigue inmovil y tenue en su pasar estelar que me cobija y me desvela con su luminosidad.
Parece que se rie de nuestra pobre humanidad.
De los mundanos padeceres que nos acompañan noches tras nuestros pensamientos, que nos llevan a la trasnoche.

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